jueves, 18 de julio de 2013

Poema (inconclusión general)

Después de aquel invierno en tres entregas, esperó a que pasaran las lluvias para reinventarse en calles, macetas y tugurios.

Nunca nadie supo si conocía o no el camino de vuelta a casa, sólo algunos supieron que a veces amanecía entre flores o tinieblas, vestida a medias o con zapatos, y que entre espasmos recogía baldosines y farolas.

Y fue en la estación de las piernas agrietadas y los labios sangrientos cuando decidió abrir la ventana.

Y fue en esta misma estación cuando se dio cuenta que en la calle seguían las mismas camas, las mismas postales y las mismas hierbas.




1 comentario:

Anónimo dijo...

Y aquel fue el invierno en que nos hicimos mayores.