miércoles, 18 de septiembre de 2013

Así te recuerdo

Siempre huías: así te recuerdo.

Y a mi ya sólo sé recordarme restaurando palabras viejas de entre tus imperfectos silencios.

Pero tú huías, siempre, de madrugada o a media tarde,
- ¡pero ya a quién le importa el tiempo!-
Sencillamente salías y, eso sí, siempre cerrabas la puerta.


lunes, 2 de septiembre de 2013

ir

Ella le dijo: ¡VEN!
Y él le contestó que iba
Ella le preguntó: ¿y cómo?
Y él le respondió que en tren
Y ella luego le preguntó: ¿y cuándo?
Y él le dijo que lo antes posible
Pero entonces ella le preguntó: ¿y por qué?

Y fue cuando él decidió quedarse

domingo, 11 de agosto de 2013

Vivir en Atocha

Como sería vivir en Atocha
degustando los trenes que me llevan
y me alejan mil veces de Madrid.
Y dormir a solas, entre vagones
oliendo a noches de vacío o calor
pintando vías con sabor a carne
naciendo de frío cada verano
y sin nostalgia entre los raíles.
Lejos, lejos de todas las casas
sin camas ni manzanas ni relojes
quitándole camisas a la suerte
y muriendo un poco en cada rincón
eléctrico, sucio y mal pagado.
Lejos de las cosas, aquí en Madrid
donde ya nada me es raro y ajeno
y todas las farolas aún me miran,
sería mi refugio del pasado
esta estación que me acompaña hoy.

jueves, 18 de julio de 2013

Poema (inconclusión general)

Después de aquel invierno en tres entregas, esperó a que pasaran las lluvias para reinventarse en calles, macetas y tugurios.

Nunca nadie supo si conocía o no el camino de vuelta a casa, sólo algunos supieron que a veces amanecía entre flores o tinieblas, vestida a medias o con zapatos, y que entre espasmos recogía baldosines y farolas.

Y fue en la estación de las piernas agrietadas y los labios sangrientos cuando decidió abrir la ventana.

Y fue en esta misma estación cuando se dio cuenta que en la calle seguían las mismas camas, las mismas postales y las mismas hierbas.




domingo, 21 de abril de 2013

Poema (inconcluencia II)


Cuando el frío metálico de la madrugada atravesó su espalda
               y se descubrió desnudo y tendido sobre el asfalto de la ciudad,

se levantó lentamente y,

antes de volver a casa,

recogió en preciosos y delicados ramos
               la hierba y las flores que la lluvia había dejando en las aceras.

miércoles, 6 de marzo de 2013

Poema (inconcluencia I)



Supe que saltaron la valla un jueves, y que justo a los cuatro días, se yermaron los campos que dejaron atrás.

Y no supe nada más.

Entonces sólo supuse que fuera de la valla encontraron vacío.

O miedo.

O frío.